domingo, 24 de abril de 2016

Los hijos del habre no tienen mañana

No me apetece ni comentar, las imágenes y la letra son lo suficientemente duras como para ponerme a juzgar, realidades extranjeras y no tan lejanas.
A modo de reflexión, sensibilización....

Con la mirada perdía en esos ojos de cuenca vacía
se me notan las costillas, debo vivir el día a día. 

Y tú preocupao por cómo adelgazar, 
pensando todo el día en esos kilitos de más. 
Siéntate un ratito y ponte a pensar 
en cómo viven y mueren los demás. 

Pa' poder vivir debo arriesgarme a morir, 
aún me queda la esperanza de poder seguir aquí. 
Navegan mis ilusiones en un frío mar añil, 
escapar de la pobreza, ¡Por fin, por fin, por fin! 

Y si merece la pena hay cruzar en una patera 
que va a naufragar antes de llegar a Gibraltar. 

Me asusta la pobreza, vete de aquí. 
Nos quitas el trabajo y nos traes de fumar, 
educamos a tus hijos pa que roben el pan, 
el día de mañana nos vas a gobernar. 

Y apaga el televisor y todo vuelve a ser real, 
las cosas que has visto se te van a olvidar: 
guerras, hambre y precariedad... 
¡Calla tu conciencia y déjate llevar!... 

Entonces se apagan todas las luces del barrio 
y la gente duerme y no piensa 
en los que pierden su vida a diario. 

Con la mirada perdía en esos ojos de cuencas vacías, 
se me notan las costillas, debo vivir el día a día



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